"Aquí no hay lugar para asesinos ni violadores"
Los padres de Marito Agustín fueron recibidos por el juez Moreno, quien les reiteró su compromiso para esclarecer el caso.
El pueblo de Quimilí salió por tercera vez a las calles para pedir justicia. Los padres de Marito Agustín Salto encabezaron la columna.
En sus rostros se reflejaba la angustia del momento, el dolor de una herida abierta y las ansias de que se encuentre a los verdaderos culpables del horrendo crimen.
Minutos antes de las 18, los vecinos comenzaron a concentrarse y momentos más tardes iniciaron su peregrinar hasta la Departamental Nº 12, donde las autoridades policiales y el juez Miguel Moreno habían constituido despacho.
A medida que avanzaba la marcha, los vecinos se fueron sumando y llegaron en gran número hasta la dependencia policial.
Las leyendas en los carteles expresaban las sensaciones de una comunidad todavía consternada por el trágico final del pequeño de 11 años, que había ido a pescar el martes y fue hallado el jueves muerto.
"Aquí no hay lugar para asesinos ni violadores. Justicia ya", podía leerse en algunos de los carteles; "Con los chicos no", decían otros, además de la bandera de la escuela a la que concurría Marito, estaban al frente de la columna humana.
El pedido del pueblo fue escuchado. El juez Moreno recibió a los padres de Marito Agustín y les reiteró su compromiso de descubrir la verdad.