ÚLTIMO ADIÓS

"Quiero abrazar a mi hermano", el desgarrador grito que estremeció a todos en el sepelio del pequeño

Escenas desgarradoras se repitieron sin solución de continuidad en el último adiós a Marito Agustín Salto. Familiares, amigos y todo el pueblo de Quimilí despidió al niño de 11 años, víctima de uno de los asesinatos más horrendos en la historia criminal de la provincia. Una multitud se apostó en las puertas de la sala velatoria para acompañar el cortejo fúnebre hasta el cementerio donde iba a ser depositado. Lágrimas, gritos pidiendo justicia y silencio se alternaron durante las cuadras hasta la necrópolis, donde se vivirían momentos después las escenas más dolorosas. El padre del pequeño con la ayuda de algunos hombres, bajó el féretro de su hijo del vehículo y lo depositó en el piso antes de ser sepultado. Quebrado, se aferraba al cajón jurando que lucharía hasta que se haga justicia. Los amigos del niño también lloraban su muerte. Uno de los momentos más tristes fue cuando uno de los hermanos de Marito Agustín prácticamente se lanzó sobre el féretro, y cuando las personas lo querían quitar de allí, gritó en varias oportunidades "quiero abrazar a mi hermano", palabras que calaron en lo más hondo en los sentimientos de todos los presentes. Por otra parte, anoche el pueblo de Quimilí volvió a marchar por las calles de la ciudad con el pedido de justicia. Mientras tanto, los investigadores avanzaban sobre los sospechosos.

Ir a la nota original

NOTICIAS RELACIONADAS

MÁS NOTICIAS