CRIMEN

Según la autopsia, la nena asesinada en Tucumán no tenía signos de abuso

La niña de 12 años asesinada en una vivienda de la ciudad tucumana de La Cocha, a unos 110 kilómetros al sur de la capital provincial, murió por asfixia y los forenses no detectaron signos de abuso sexual, informaron ayer fuentes judiciales. De acuerdo con los primeros resultados de la autopsia, la muerte por asfixia de Milagros Daiana Torres (12), se produjo por las medias que el asesino le colocó en la boca y los cables que tenía alrededor del cuello. Si bien los pesquisas creían que la nena podía haber sido violada, los médicos forenses le informaron al fiscal de la causa, Fabián Rojas, del Centro Judicial de Concepción, que no había lesiones ni signos evidentes de abuso sexual violento, aunque se debían esperar los resultados de los hisopados. El principal sospechoso y único detenido por el caso es el padrastro de la víctima, identificado por la policía como Omar Pérez, quien será indagado en las próximas horas.

Milagros se encontraba sola en la casa que compartía con su madre y su hermanito de 10 años en el barrio El Porvenir, de La Cocha, cuando fue asesinada por alguien que ingresó durante la madrugada del domingo hasta su pieza, le puso una pelota de medias en la boca para que no gritara y le ató varios cables al cuello.

El cuerpo fue hallado por la madre de la víctima, María del Carmen Aranda (32), quien encontró a su hija en la cama, completamente desnuda y con cables en el cuello, en las manos y en los pies.

Desde el principio, la madre le dijo a la Policía que creía que el autor del crimen había sido su ex marido Pérez, quien no es el padre de ninguno de sus hijos y de quien se había separado hace tres meses.

La mujer explicó que se habían casado en 2014 pero que hace tres meses se separaron, Pérez se fue de la casa y que la relación se había tornado violenta en los últimos días porque el hombre le enviaba mensajes amenazándola. l

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