Juzgan a madre que asfixió a su bebé con una bolsa de nylon
Fingió un secuestro, pero luego confesó el homicidio. Alegó falta de recursos y persuasión de su pareja para deshacerse del bebé.
Una joven mujer comienza a ser juzgada, acusada de perpetrar un filicidio que conmocionó a la población de Bandera, Belgrano, y puede enviarla a prisión perpetua.
El proceso será ventilado en contra de Micaela Díaz, de 23 años, con residencia en el barrio Boca, distante más de 300 kilómetros de la capital santiagueña.
Micaela adquirió notoriedad en mayo del 2013. Una noche, asesinó a su hijo "Alejo", de apenas tres meses y luego denunció que lo habían secuestrado.
Macabro hallazgo
Dos horas después, y mientras la policía realizaba el corte de rutas, el bebé fue hallado muerto dentro de una zanja, a 300 metros de su casa, con una bolsa atada en la cabeza.
La historia original de Micaela fue que mientras caminaba por la calle con su pareja habían sido interceptados por un automóvil rojo. Del vehículo bajaron dos hombres, quienes los tomaron a golpes de puño, en especial a ella.
Los desconocidos tomaron en brazos al bebé "Alejo" y huyeron hacia la ruta que une Bandera y Añatuya, General Taboada.
Mientras esperaban que los captores pidieran recompensa, el bebé fue encontrado sin vida.
Desmayo y confesión
Sobrevino una descompensación de la madre, internación mediante, pero agobiada por las preguntas, terminó confesando que ella lo había asesinado.
De acuerdo con las diferentes versiones de Micaela, su pareja la indujo para que matara a su hijo; también habló de falta de recursos económicos y hasta de un engaño de su novio, que "Alejo" pagó con su vida.
Primero, la joven cayó presa con el padre del bebito, pero después la Justicia le enrostró a ella toda la responsabilidad penal del macabro filicidio.
La mujer intentó quitarse la vida dos veces, pero fue socorrida por las guardias de las comisarías.