Aumenta la presión contra el Estado Islámico con intensos ataques contra sus feudos en Siria y en Irak
BEIRUT, Líbano. Combatientes sirios respaldados por Estados Unidos y las fuerzas iraquíes acorralaron con sendos ataques al grupo Estado Islámico (EI) ayer, en dos de las mayores ofensivas terrestres registradas hasta la fecha contra los yihadistas.
Los combatientes árabes y kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lanzaron una operación en el norte de la provincia de Raqa. La coalición perpetró "100 ataques desde entonces", según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las FDS están lideradas por las fuerzas de los YPG kurdas, consideradas por Estados Unidos como el contingente más eficaz en la lucha contra la organización extremista, que proclamó en 2014 un "califato" entre Siria e Irak.
La operación se concentra por ahora en el norte de la ciudad de Raqa, capital de facto del EI en Siria, situada a 90 km al sur de la frontera turca.
Esta ofensiva se desarrolla principalmente en Ayn Issa, una localidad a 55 km al norte de la ciudad fortificada por los yihadistas y habitada por unos 300.000 habitantes.
Al otro lado de la frontera, las fuerzas iraquíes estrechaban el asedio alrededor de Faluya, un bastión yihadista a 50 km al oeste de Bagdad donde están atrapados unos 50.000 civiles.
La ofensiva sobre Faluya, lanzada el lunes, permitió la reconquista de la pequeña localidad de Garma, al noreste de la ciudad.