Juez Lijo: "La amenaza a Antonia no fue un exabrupto"
"Dos días de amenazas no son un exabrupto", señaló el magistrado, sobre la mujer que amenazó en Twitter con matar a la hija menor de Macri.
En los mensajes en Twitter, la imputada usaba una foto de Antonia Macri, la hija menor del presidente Mauricio Macri, con una tachadura en su cuello como su fotografía de perfil y un mensaje que decía: "Maten a la chiquita".
La procesada tiene 27 años, cursó estudios universitarios de historia, está desempleada y vive en Quilmes. Fue embargada en 150 mil pesos. El juez federal Ariel Lijo -que procesó a la mujer- le dijo a TN que la joven "dijo que fue un exabupto, pero mantuvo dos días las amenazas" a través de una cuenta anónima en Twitter. "Descartamos la posibilidad de un exbarupto", remarcó el magistrado.
"Quien comete el hecho tiene que hacerse cargo de lo que provocó: las amenazas provocaron que haya más seguridad en la custodia de de Antonia Macri", dijo el juez. "El embargo se dio por los recursos y costos que le implicó la investigación al Estado", explicó Lijo. "La procesada podrá ofrecer bienes o bien se pueden trabar inhibiciones", agregó el magistrado.
El juez evaluó los alcances del derecho constitucional de la libertad de pensamiento y expresión para determinar si los mensajes podrían verse resguardados por ese derecho. Lijo concluyó que las expresiones de odio manifestadas eran de las prohibidas por el propio derecho constitucional.
LA INVESTIGACIÓN
La causa empezó el 5 de marzo por el "ciberpatrullaje" de rutina del Área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana, especializada en la prevención de delitos, contravenciones y faltas realizados en redes sociales. Se detectó que el usuario @lamarikaos realizaba publicaciones amenazantes contra el jefe de Estado, por lo que se consultó al tribunal y empezaron las tareas de inteligencia.
En su perfil de Facebook la mujer indicó que desempeñaba tareas "en el Ministerio de Desarrollo de la Nación" aunque actualmente era "desocupada gracias al cambio". En su indagatoria la mujer admitió haber escrito las publicaciones pero las atribuyó a "un exabrupto generado por el enojo producido a raíz de la pérdida de su empleo".