Coudet y los méritos de un ciclo ganador sin corona
"#Chacho vos nos devolviste la ilusión"; citaba un tuit, en sus apenas 140 caracteres, y resume un sentimiento.
Así se expresaron ayer desde la cuenta oficial de Rosario Central. ¿Mensaje de despedida en modo de agradecimiento? El futuro de Coudet es incierto, aunque tras la eliminación ante Atlético Nacional, en Medellín, el entrenador está más cerca de irse que de quedarse. Incluso ya empiezan a mencionarse posibles reemplazantes. Nadie en Central (ni dirigentes, ni jugadores ni hinchas) quiere que el Chacho se vaya, pero la decisión está pasando por la cabeza de un entrenador que vivió el año y medio de gestión de manera muy pasional e intensa. Y que siente que plantel y cuerpo técnico se dieron todo mutuamente. Algo ya anticipó el técnico en Colombia: "Continuar o no... es difícil decirlo ahora, no sé si es el final del ciclo, seguramente continuar es difícil". Estará en la habilidad de los dirigentes poder convencerlo, aunque en un fútbol híper resultadista, lo que generó Coudet en Rosario fue una revolución sin vuelta olímpica. ¿Qué cosas logró?".
Un equipo que fue protagonista en todos los torneos. Fue tercero en el torneo anual de Primera División 2015, perdió injustamente la final de la Copa Argentina 2015 ante Boca; estuvo a un minuto de ser semifinalista de la Libertadores 2016 y también peleó (hasta donde pudo) el Torneo Transición. El calendario ajustado por la Copa América Centenario y las lesiones lo condicionaron en este tramo final. Pero más allá de eso, nunca dejó de intentar. Salió a ganar en todas las canchas y convenció a sus futbolistas para que el grupo esté por encima de todos. Fue el mejor equipo del fútbol argentino durante varios pasajes de 2015/2016, sólo ahora amenazado por el presente de Lanús.
La identificación de un estilo. Coudet hizo de Central un equipo ofensivo independientemente de los sistemas de juego. Incluso varió del 4-1-4-1 al 4-4-2, también pasó por el 4-2-3-1 y hasta el 4-3-2-1, cuando se quedó sin delanteros por lesiones y recurrió a jugar con dos enganches: Franco Cervi y Giovanni Lo Celso. Tuvo varios caminos para llegar al gol, pero sobre todo apostó a la posesión, a la generación de situaciones con un juego elaborado y con ataques respaldados que no dependieron de un solo intérprete. Para eso, fue clave entrenar con "intensidad" de partido, como reconocieron sus futbolistas. Por eso no fue casualidad, más allá del último traspié en Colombia, que en su ciclo hizo más goles en los segundos tiempos que en los primeros.
El aporte de los ídolos. En esa identificación con el estilo ayudó la presencia de Ruben, el Chelito Delgado, Ferrari, con otros futbolistas de experiencia que se vieron seducidos por el plan Chacho: Pinola, Sebastián Sosa, Larrondo y Colman.
Los de mejor rendimiento. Los jugadores que más le respondieron a Coudet fueron Ruben, Cervi y Larrondo, hasta que se lesionó; también Donatti y Pinola. Sumando sus participaciones en el torneo 2015, el Transición 2016 y la Copa Libertadores 2016, Ruben anotó 36 goles (con 4 asistencias); Larrondo 11 festejos y 5 pases gol; y Cervi, 7 goles y 7 asistencias. Bajo su gestión, Ruben y Pinola estuvieron en la mira del Tata Martino para sumarlos a la selección.
La promoción de juveniles. No tuvo temores en hacer parte de su columna vertebral (y desde el comienzo) a jóvenes como Franco Cervi, Walter Montoya, Jonás Aguirre y Giovanni Lo Celso, pero además promovió a Víctor Salazar, Hernán Da Campo, Ezequiel Rodríguez, Maximiliano González, Ijiel Protti, Maximiliano Lovera y Joaquín Pereyra. Les dio oportunidades a los juveniles y ellos le respondieron la confianza con niveles que despertaron el interés de Europa y que podrían dejarle (con las transferencias de Cervi a Benfica de Portugal -ya concretada- y de Lo Celso a París Saint Germain) cerca de 20 millones de dólares. Más allá de estos casos puntuales, Coudet potenció a todos los jugadores.
Armó una fortaleza en el Gigante. Coudet recién perdió como DT canalla como local, en Arroyito, en su partido número 51. Fue ante Vélez (3-2). La racha alcanzó los 23 encuentros y se quedó a 10 de la mejor campaña en la historia canalla. La Academia no caía desde el 30 de noviembre de 2014, aquel 0-3 ante Racing (que triunfó con dos goles de Milito y otro de Díaz). Hugo Galloni era el DT interino de Central.
Las lesiones le jugaron en contra. Más allá de que el recambio le ofreció soluciones, sufrió bajas que lo complicaron más de la cuenta. El caso de Larrondo fue el más emblemático, pero Ruben también estuvo tocado; a Pinola lo perdió en el comienzo de los cuartos de final...
Está claro que para que todo proyecto reluzca los protagonistas se sienten en la necesidad de coronarlo con un éxito, con una vuelta olímpica. Pero nadie puede negar que el Chacho generó una revolución futbolística en este casi año y medio de gestión. Consiguió un título sin corona que atrapó a hinchas y dirigentes propios y además logró el reconocimiento de casi todo el fútbol argentino. Si Coudet se va, se puede sentir orgulloso de lo que ha construido en Rosario Central.