Violan y embarazan a niña de 12 años e investigan a los familiares en Pellegrini
La niña está próxima a dar a luz; fue detenido un joven de 18 años, pero la víctima negó que fuera el abusador. Habló de un vecino, de 15, pero intuyen que encubre a un familiar.
La jueza Rosa Falco investiga reiteradas vejaciones sexuales a una niña de 12 años, que quedó embarazada, en un lugar del departamento Pellegrini. Pese al hermetismo en que es edificado el expediente, se sabe que la causa comenzó meses atrás, al irrumpir la incipiente pancita en la nena que terminaba de cumplir 12 años.
La pequeña conforma una familia del interior en Pellegrini, distante más de 300 kilómetros de la ciudad capital. Primero, personal de la Seccional 32 tomó testimonios a los parientes, pero todos negaron haberse propasado con la menor.
Después, las sospechas se hicieron extensivas a los pocos amigos, uno de los cuales cayó detenido por "abuso sexual con acceso carnal", se supo. A tribunales Rápido, la jueza Falco ordenó que el detenido sea trasladado a la capital y dispuso Cámara Gesell.
Ante abogados, psicólogos, la menor negó que el detenido sea el padre de su futuro bebé. "No fue él; era un amigo de 15 años", corrigió, asistida por la defensora oficial, doctora Roxana Cejas.
Con la abogada del detenido satisfecha, y pronto a requerir falta de mérito, la jueza Falco abrirá el abanico de sospechas. Ahora no solo buscarán al de 15 (inimputable), sino que encomendarán un informe socio ambiental. Éste, implícitamente, conlleva indagar más en todo el grupo familiar.
Presión-encubrimiento
Para los investigadores, hay personas que conocerían todo el entramado sexual, cuando no hasta el sujeto que habría abusado de la niña-madre. Es más. Se conjetura que antes de la Cámara Gesell, la niña fue inducida- presionada para que omitiera la verdad real.
La víctima carece de recursos económicos; hoy ni siquiera asiste a la escuela primaria, ahondaron los investigadores. En ese contexto, la magistrada estudia focalizar la investigación. Es un reducido número de personajes, de quien sospechan algunos amigos de la menor. Una corriente policial deslizó que la niña habituaba ser castigada físicamente. Ese ingrediente no era tenido en cuenta.
Ahora, la magistrada proyecta profundizar la investigación. Alejarla de parientes Una posibilidad es, temporalmente, separarla de los familiares y ponerla a disposición de la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf).
Sin embargo, hasta ahora la niña no habría dado su conformidad y todos reconocen que restaría hoy en su alicaída situación. La labor de desentrañar también recayó en la abogada Roxana Cejas. En ella hoy también se sostiene la búsqueda de la verdad real; ya que el único objetivo con que cuenta la magistrada es una niña de 12 años sumisa, doblegada, ultrajada y embazarada.