Boca echó a Daniel Osvaldo
Los dirigentes y el cuerpo técnico decidieron rescindirle el contrato al delantero después de la discusión que tuvo ayer con el entrenador
Un cigarrillo en el vestuario fue la gota que rebalsó el vaso. Ya nadie lo quiere en Boca. Ni el cuerpo técnico, ni los jugadores, ni tampoco los dirigentes. Todos están hartos de sus actitudes, de sus caprichos, de su soberbia.
En Uruguay se le cruzaron las cables. E inmediatamente se produjo el cortocircuito: minutos después de haberse ido enojadísimo de la cancha por el poco tiempo que había jugado se cruzó feo con Guillermo en el vestuario. ¿Qué pasó? El Melli entró y lo encontró fumando. "¡Apagá ese pucho!", le dijo. Y Osvaldo no sólo no le hizo caso sino que le respondió de muy mala manera. Discusión mediante, el técnico de Boca juntó a los referentes y les comunicó la determinación que había tomado: separarlo del equipo.
En la dirigencia no se oponen. Incluso el presidente Angelici, promotor principal de su regreso, siente que Osvaldo no aprovechó la segunda oportunidad que le dieron. Se cansó de él, de su negativa, de su falta de compromiso. Ya había adelantado su descontento la semana pasada, cuando dijo que tenía que "acostumbrarse a jugar con dolor" y le recomendó que siguiera el ejemplo de Tevez, quien "se pone el equipo al hombro, corre, se hacer cargo y le duele todo. Lo ves cuando termina de jugar, que del dolor en la citunra ni puede caminar, pero se mete en la pileta con hielo, hace kinesiología y después lo ves entrenando. Es por la personalidad de cada jugador".