La Justicia "blindó" a un empresario de una ex amante que lo "atosigaría" con sms hot y extorsivos
La mujer reside en el Bº San Germés y el hombre, en el centro. Habría estallado porque él impuso el fin a un amorío de ocho años.
"Buen día, bebé. Quiero verte hoy sí o sí. O le mando tus sms a tu mujer con la foto que me enviaste".
Una colección de whatsapp similares sazonan una inesperada batalla legal, a la cual una jueza acaba de imponerle un parate extremo y tajante.
La causa es motorizada por la doctora Lucrecia Martínez Llanos, tras una denuncia de un empresario del medio, formalizada en abril pasado, se supo.
Éste habría revelado que su amante lo "amenaza y extorsiona", pese a que él le dijo "no va más".
Él tiene 47 años, una esposa e hijos.
Ella estaría sola y reside en el barrio San Germés.
Más allá de la descripción del hombre, trascendió que su esposa descubrió el afer y él no tuvo otra que prescindir de la "otra".
Los "unos" y los "otros"
Blanqueada la infidelidad, las dos mujeres habrían intercambiado whatsapp y convenido una tregua; que no funcionó.
Días después, los amantes habrían reincidido y la forzada pacificación voló por los aires.
"Quiero verte. Vos no vas a usarme y mandar al diablo ocho años así porque sí", bramó la "otra".
En vano, el empresario la habría exhortado a olvidarse, ya que la amante contragolpeó -furiosa- advirtiéndole: "Le envío a ella todas tus fotos desnudo y te hundo para todo el viaje".
Sólo sexo
Dentro de la denuncia, el empresario habría explicado que su amante únicamente lo quiere para sexo.
"Muchas veces me ví obligado a acostarme con ella, porque se ponía furiosa y me extorsionaba con delatarme ante mi familia", profundizó el hombre.
Después de merituar las pruebas, la magistrada emitió una resolución.
Lejos, a 500 metros
Habría ordenado a la "otra" abstenerse de acercarse a 500 metros del empresario y toda su familia.
Ello, se traduce en una "protección de persona", de religioso cumplimiento.
A la vez, Martínez Llanos habría dispuesto pericias psicológicas para la mujer y un tratamiento, en procura de aminorar las pulsaciones emocionales.