Cientos de adolescentes ebrios fueron desalojados de fiestas clandestinas
La Asociación Proyecto Padres y División Prevención y Protección contra al Alcoholismo de la Policía sorprendieron a menores en fincas y casas en El Zanjón y La Banda.
Otra vez adolescentes alcoholizados, tirados sobre la ruta y exponiéndose a cualquier peligro. Otra vez crece la preocupación por el desenfreno y los excesos en las fiestas clandestinas que se multiplican en Santiago. En la madrugada de ayer cientos de jóvenes fueron desalojados, una vez más, por Proyecto Padres y la División Prevención y Protección contra al Alcoholismo de la Policía en distintas fiestas esparcidas en la Capital, La Banda y zonas aledañas.
Desalojos, infracciones y agresiones a los policías marcaron una noche revoltosa.
Un equipo periodístico de EL LIBERAL fue testigo de estos graves hechos.
El primer hecho sucedió en las últimas horas del sábado. Cuando personal policial de la División de Alcoholismo, junto con el titular de Proyecto Padres, Marcelo Arambuena, clausuraron un boliche de la autopista, donde se realizaba un matiné que no estaba autorizado.
"Llegamos y observamos lo que estaba pasando, al no tener autorización inmediatamente se desalojó. Además, se brindó escolta a los chicos que iban saliendo del boliche, caminando por la autopista para evitar algún tipo de accidente", contó Marcelo Arambuena a EL LIBERAL.
Fiesta electrónica
En el amplio operativo que realizaron también se inspeccionó una fiesta electrónica, que se realizaba pasando la localidad sureña de Los Cardozo.
"A 100 metros de calle Independencia, pasando Los Cardozo, se realizaba una fiesta electrónica que tenía convocaria por las redes sociales. Antes de llegar al lugar ya se veían luces y la música se escuchaba muy fuerte, y había autos de alta gama", relató el titular de Proyectos Padres. Y denunció que "antes de entrar ya se veía jóvenes descompensados, tirados a la vera del camino, y algunos amigos les estaban haciendo primeros auxilios a ver si reaccionaban".
"Cuando entramos encontramos personal policial, que estaba custodiando la fiesta. Nos dijeron que tenían la autorización para un cumpleaños de 15. Pero esto ya estaba publicado en las redes para la fiesta electrónica. Es más, supimos que la entrada se vendía anticipadamente en bares de Santiago. Y en la fiesta se vendía la bebida", añadió Arambuena.
Según estimaron, en esta fiesta había alrededor de 600 personas. "El descontrol era total. Había chicos tirados en la calle, en la ruta, en todos lados, y de todo tipo de edad.
Y no vimos ninguna ambulancia", remarcó Arambuena.
Ilegales
En la noche santiagueña las fiestas sin autorización también se realizaron en la ciudad de La Banda. A través de denuncias recibidas en plena madrugada, los uniformados y Arambuena se dirigieron hacia el barrio Tabla Redonda, en donde se encontraron con adolescentes ebrios caminando a la vera de la ruta.
"Cuando estábamos llegando, el móvil policial fue apedreado y un oficial del Escuadrón Táctico Motorizado fue derribado a ladrillazos. Eran alrededor de 200 personas y predominaban los menores de edad.
Cuando llegamos nosotros, los adolescentes empezaron a dispersarse. Los veíamos caminar por la ruta de la Tabla, totalmente alcoholizados, con botellas en las manos. Realmente, un panorama triste", dijo el referente de Proyecto Padres.
Además, comentó que esta fiesta se desarrollaba en una casa de familia. "Al costado tenían un baldío, con tapia de placa; con lona arpillera armaron un baño precario", reveló.
Pero esto no es todo. Esta asociación que lucha contra el flagelo del alcohol y las drogas y defiende la vida de los jóvenes, también recibió la denuncia por fiestas que se realizan semanalmente en La Banda, en donde se habrían construido habitaciones para prácticas sexuales.
"Unos padres vinieron a denunciar que en la intersección de las calles Combate de los Pozos y Antenor Álvarez, de jueves a domingo hay fiestas clandestinas. Me contaron que hubo un apuñalado y que cuando llegó la Policía, la madre del apuñalado lo escondió porque éste tiene pedido de captura. Según dijeron, es un boliche clandestino organizado, en donde se construyeron piezas chicas para alquilar para prácticas sexuales. Además, los vecinos denunciaron que encontraron bagullos en la vereda. Y en esta zona hay mucha droga, porque venden cerca de esa casa’, dijo Arambuena.
De acuerdo a su relato, a este lugar concurrirían personas de ‘todas las edades".
Pedido
Ante estos hechos preocupantes, Proyecto Padres volvió a pedir medidas más rigurosas para los organizadores de fiestas clandestinas.
"Pedimos urgente que los organizadores de las fiestas clandestinas sean detenidos. Queremos que esté preso el organizador y que actúe la Justicia ordinaria en lo penal, porque los menores de edad son víctimas fatales.
Esta gente está infringiendo el derecho de crecer sanamente. Todo esto fundamenta que el organizador inescrupuloso sea el detenido por la Policía", sentenció Arambuena.
Asimismo, remarcó que "todas las semanas estamos viendo los riesgos y las muertes de los chicos por las organizaciones de las fiestas clandestinas.
Y más en las que están fuera del ejido municipal, que se realizan a propósito".
Por último Arambuena llamó a los padres a no ser cómplices de este tipo de hechos y a ser responsables de la vida de sus hijos, controlando a dónde van y con quién para evitar que estén en peligro.