Lázaro Báez y Pérez Gadín ya están en el despacho del juez Casanello para ser indagados
El empresario kirchnerista y su contador fueron trasladados a los Tribunales bajo un fuerte operativo de seguridad; también prestarán hoy declaración Walter Zanzot, Federico Elaskar, César Gustavo Fernández y Martín Báez.
Lázaro Báez durmió anoche en un calabozo común de la Policía Federal y esta mañana, poco antes de las 7 y bajo la llovizna, fue trasladado a los Tribunales de Comodoro Py. La imagen del empresario kirchnerista esposado y con chaleco anti bala puso fin a doce años de protección por parte del poder político. Ayer cuando su avión privado matrícula BPL aterrizó en el Aeropuerto de San Fernando, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) le comunicó la decisión del juez Sebastián Casanello y del fiscal Guillermo Marijuán. Sin ocultar su molestia, el socio de la familia Kirchner fue trasladado a la División de Investigación Federal de Organizaciones Criminales (DIFOC) y finalmente, a una dependencia de la policía federal donde pasó la noche. Hoy declarará junto a su hijo Martín y el contador Daniel Pérez Gadín.
En tres días dos símbolos del kirchnerismo, fueron esposados y trasladados a dependencias policiales. Después de Ricardo Jaime ex secretario de Transporte, el empresario más polémico de la era K y con mayores vínculos comerciales con la familia Kirchner, quedó detenido y cada vez más acorralado por la Justicia en la causa por lavado de activos.
Veintiun días después que se conocieron las imágenes de la financiera "La Rosadita" que mostraron al hijo de Báez contando millones de dólares, la imagen más inesperada llegó. El empresario clave de los Kirchner tenía planeado reunirse hoy con sus asesores legales y preparar su declaración indagatoria fijada para el jueves. En el Lear Jet 35 LV-BPL parte de su flota de aviones privados que integran la empresa Top Air, viajó acompañado por su hijo Martín, Diego Navarro director de sus medios de comunicación, según confirmaron desde la fuerza policial, y cuando aterrizó en Buenos Aires, todo cambió.
Cerca de las 15 el fuerte operativo que montó la PSA en el Aeropuerto de San Fernando fue el primer indicio: el Juez Casanello había dictado una orden de detención nacional e internacional. La decisión se tomó por no contar con la plan de vuelo del Lear Jet, “desconociéndose su destino lo que dispara los riesgos de fuga", plantea la orden judicial.
La Policía Federal notificó a Lázaro de su detención que no ocultó su enojo y por varios minutos aún sin su campera puesta y caminando de un lado al otro, rechazó la medida. Sin embargo, nunca se opuso a cumplirla. Su hijo Martín observó a su lado, toda la situación. En pocos segundos el empresario K se colocó su abrigo e ingresó a la sede del Aeropuerto. A las 19 la imagen fue otra: desencajado, molesto y esposado, con un chaleco anti bala, dejó el edificio escoltado por la policía federal en una camioneta Ford Ranger color negra.
En simultáneo, se detuvo al contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, para evitar la destrucción de pruebas. Responsable de las finanzas del holding, se lo ve en el video de la financiera SGI contando millones de dólares. Ambos fueron trasladados después de las 19, al DIFOC en Palermo, donde se le tomaron las huellas dactilares y se les hizo el ingreso policial. La noche la pasaron en medio de un fuerte operativo de seguridad en Madariaga y General Paz, en una sede de la Policía Federal.
La indagatoria que ya había sido adelantada, será finalmente hoy a primera hora, en medio de la ruptura del empresario con Cristina y Máximo Kirchner.
El mayor de los hijos varones del dueño de Austral Construcciones, quedó anoche con consigna policial y se reunió con sus abogados. Su indagatoria iba a realizarse el viernes, pero se adelantó para esta manaña. Lázaro también declararía en la causa que investiga a Ricardo Echegaray, ex titular de la AFIP y quien la semana pasada dijo que el empresario K iba a “terminar preso”.
A Lázaro le soltaron la mano y de eso ya no hay ninguna duda. Después de ser el principal benefactor de la obra pública durante el kirchnerismo con el 78,4% de las licitaciones y de cosechar millonarios negocios con Néstor Kirchner y que continuaron expandiéndose con la ex Presidenta y su hijo Máximo, ayer quedó detenido como símbolo de un fin de ciclo.