Hondo pesar en el sepelio de los dos jóvenes muertos en Sumamao
Después de tres días de ardua tarea, el GER pudo rescatar los cuerpos de los dos hermanos Coronel que fueron arrasados por las aguas del río Dulce a la altura del paraje Sumamao.
NUEVA FRANCIA, Silípica por corresponsalía Loreto (C). La comunidad de Nueva Francia en medio de una generalizada conmoción despidió ayer a la tarde los restos de los hermanos Diego y Javier Coronel, quienes perdieron la vida en circunstancias en que fueron arrastrados por las aguaa del río Dulce cuando se encontraban pescando en la localidad de Sumamao.
Las muestra de dolor se repitieron nuevamente en el cementerio de esta localidad, donde la familia de los hermanos Coronel llegó acompañada por un importante grupo de personas integrado por vecinos y amigos de los malogrados jóvenes, los que no encontraban consuelo ni explicación a lo ocurrido.
En una fosa fueron sepultados ambos hermanos cuyos ataúdes estaban envueltos con banderas de los clubes donde participaban y de los que eran simpatizantes, entre las que se destacaban las azul y amarillo del club Boca Juniors. Luego de la ceremonia, todos los presentes les entregaron un cerrado aplauso.
Relato de una tragedia
El domingo 24 de enero se transformó rápidamente en una jornada extremadamente calurosa y en una de las más calientes del año. Al promediar la siesta comenzó a correr un fuerte viento del norte que derribó algunos árboles y los hermanos Diego (30) y Javier Coronel (34) junto a su amigo Ramón Ariel Ledesma recorrieron un poco más de 9 kilómetros que los separa desde Nueva Francia hasta Sumamao con el fin de pasar una jornada de pesca.
Antes de ingresar a la zona del río Dulce pasaron por la casa de la familia Cáceres, donde pararon unos minutos, aquí los invitaron a quedarse, el viento estaba cada vez peor pero los amigos no aceptaron la invitación y continuaron su camino montados en tres motocicletas. A las 16 aproximadamente los tres jóvenes se encontraban pescando, sus atuendos eran buzos capuchas y remeras en los rostros para evitar la arena que el viento levantaba.
Nada hacía suponer la tragedia, pero de pronto se sintió un fuerte chapoteo y el grito desesperado de Javier Coronel pidiendo auxilio. Su hermano Diego se arrojó, pero ambos fueron arrastrados por la fuerte correntada, lucharon unos breves segundos contra la fuerza del agua hasta que fueron vencidos, y desaparecieron en la profundidad del remanso.
La peor noticia
El cuerpo sin vida de Javier Coronel fue rescatado ayer a las 10,15 por el personal del GER a 4 kilómetros río abajo del lugar donde desaparecieron. De allí fueron trasladados por los bomberos voluntarios de Loreto hasta la morgue del hospital desde donde fue entregado a sus familiares. Las condiciones del río hacían que los hombres del GER redoblaran el esfuerzo ante la mirada azorada de los vecinos y amigos.
Casi 24 horas después el cuerpo del menor de los hermanos Coronel fue encontrado 15 kilómetros aguas abajo en la localidad de Coro Pampa en los límites entre los departamentos Silípica y Loreto luego de cumplir con los requisitos legales fue entregado a sus familiares quienes sepultaron ayer a los dos hermanos en medio de muestras de dolor y angustia. l
Las muestra de dolor se repitieron nuevamente en el cementerio de esta localidad, donde la familia de los hermanos Coronel llegó acompañada por un importante grupo de personas integrado por vecinos y amigos de los malogrados jóvenes, los que no encontraban consuelo ni explicación a lo ocurrido.
En una fosa fueron sepultados ambos hermanos cuyos ataúdes estaban envueltos con banderas de los clubes donde participaban y de los que eran simpatizantes, entre las que se destacaban las azul y amarillo del club Boca Juniors. Luego de la ceremonia, todos los presentes les entregaron un cerrado aplauso.
Relato de una tragedia
El domingo 24 de enero se transformó rápidamente en una jornada extremadamente calurosa y en una de las más calientes del año. Al promediar la siesta comenzó a correr un fuerte viento del norte que derribó algunos árboles y los hermanos Diego (30) y Javier Coronel (34) junto a su amigo Ramón Ariel Ledesma recorrieron un poco más de 9 kilómetros que los separa desde Nueva Francia hasta Sumamao con el fin de pasar una jornada de pesca.
Antes de ingresar a la zona del río Dulce pasaron por la casa de la familia Cáceres, donde pararon unos minutos, aquí los invitaron a quedarse, el viento estaba cada vez peor pero los amigos no aceptaron la invitación y continuaron su camino montados en tres motocicletas. A las 16 aproximadamente los tres jóvenes se encontraban pescando, sus atuendos eran buzos capuchas y remeras en los rostros para evitar la arena que el viento levantaba.
Nada hacía suponer la tragedia, pero de pronto se sintió un fuerte chapoteo y el grito desesperado de Javier Coronel pidiendo auxilio. Su hermano Diego se arrojó, pero ambos fueron arrastrados por la fuerte correntada, lucharon unos breves segundos contra la fuerza del agua hasta que fueron vencidos, y desaparecieron en la profundidad del remanso.
La peor noticia
El cuerpo sin vida de Javier Coronel fue rescatado ayer a las 10,15 por el personal del GER a 4 kilómetros río abajo del lugar donde desaparecieron. De allí fueron trasladados por los bomberos voluntarios de Loreto hasta la morgue del hospital desde donde fue entregado a sus familiares. Las condiciones del río hacían que los hombres del GER redoblaran el esfuerzo ante la mirada azorada de los vecinos y amigos.
Casi 24 horas después el cuerpo del menor de los hermanos Coronel fue encontrado 15 kilómetros aguas abajo en la localidad de Coro Pampa en los límites entre los departamentos Silípica y Loreto luego de cumplir con los requisitos legales fue entregado a sus familiares quienes sepultaron ayer a los dos hermanos en medio de muestras de dolor y angustia. l