Indignante: despojan de casi $250.000 a dos ancianos con el "cuento del tío"
Se hicieron pasar por empleados de organismos provinciales para entrar en la casa de las víctimas y llevarse el cuantioso botín.
Desaprensivos delincuentes se aprovecharon de la inocencia y buena fe de dos ancianos, a quienes interceptaron en el casco céntrico -en horarios indistintos- y con falsas promesas los despojaron de todos sus ahorros.
Según revelaron fuentes policiales, el primer hecho ocurrió cerca de las 11, cuando Roger Orieta -de 85 años, residente en la localidad de San Lorenzo, departamento Capital- se encontraba en inmediaciones de Belgrano y Sáenz Peña del Bº Centro y fue abordado por un sujeto.
La víctima manifestó a los uniformados que el ladrón estaba vestido de ropa color gris, quien le manifestó que era empleado en la sección Ayuda de Vivienda del Ministerio de Bienestar Social y que él podía venderle materiales de la construcción.
El ladrón le confesó a Orieta -quien se encontraba solo- que era familiar de una mujer de apellido Tévez, a quien la víctima conocía por lo que éste accedió a entregarle la suma de 3.000 pesos en efectivo como forma de pago del material que debía recibir.
Una vez que recibió la plata del damnificado, éste se escabulló entre los transeúntes y desapareció.
El otro hecho se produjo cerca de las 14.50, cuando María Rina (84) domiciliada en el Bº Ramón Carrillo, se topó por una mujer -en inmediaciones de Sarmiento y Belgrano- con una calza de color negra, remera de color claro, de cabello negro, de tez morena y de cuerpo robusto, quien le reveló que era empleada de la Anses.
Según contó la víctima, la mujer le manifestó que desde dicha entidad estaban devolviendo dinero que el Gobierno anterior retuvo a los jubilados, y que para realizar el trámite solo debía abonar 2.000 pesos.
Engañada en su buena fe y confianza, la damnificada le pidió a la mujer que la acompañara a su casa y que allí le iba a dar el dinero que le pedía para realizarle el trámite. Una vez en su casa, la mujer sacó de entre sus ahorros 2.000 pesos y le entregó a la mujer. Ambas regresaron al casco céntrico y allí, al igual que el individuo la mujer desapareció. Desconcertada, sabiendo que había sido estafada, la anciana regresó a su casa. En su domicilio conversó con su pareja y le contó lo sucedido.
Grande fue la sorpresa de la víctima cuando su esposo le manifestó que él le había dado $2.500 pesos a la supuesta empleada de la Anses. Rápidamente la víctima fue a ver si sus ahorros seguían en su lugar y allí descubrió que le faltaban 17.500 dólares que tenía guardados. l
Según revelaron fuentes policiales, el primer hecho ocurrió cerca de las 11, cuando Roger Orieta -de 85 años, residente en la localidad de San Lorenzo, departamento Capital- se encontraba en inmediaciones de Belgrano y Sáenz Peña del Bº Centro y fue abordado por un sujeto.
La víctima manifestó a los uniformados que el ladrón estaba vestido de ropa color gris, quien le manifestó que era empleado en la sección Ayuda de Vivienda del Ministerio de Bienestar Social y que él podía venderle materiales de la construcción.
El ladrón le confesó a Orieta -quien se encontraba solo- que era familiar de una mujer de apellido Tévez, a quien la víctima conocía por lo que éste accedió a entregarle la suma de 3.000 pesos en efectivo como forma de pago del material que debía recibir.
Una vez que recibió la plata del damnificado, éste se escabulló entre los transeúntes y desapareció.
El otro hecho se produjo cerca de las 14.50, cuando María Rina (84) domiciliada en el Bº Ramón Carrillo, se topó por una mujer -en inmediaciones de Sarmiento y Belgrano- con una calza de color negra, remera de color claro, de cabello negro, de tez morena y de cuerpo robusto, quien le reveló que era empleada de la Anses.
Según contó la víctima, la mujer le manifestó que desde dicha entidad estaban devolviendo dinero que el Gobierno anterior retuvo a los jubilados, y que para realizar el trámite solo debía abonar 2.000 pesos.
Engañada en su buena fe y confianza, la damnificada le pidió a la mujer que la acompañara a su casa y que allí le iba a dar el dinero que le pedía para realizarle el trámite. Una vez en su casa, la mujer sacó de entre sus ahorros 2.000 pesos y le entregó a la mujer. Ambas regresaron al casco céntrico y allí, al igual que el individuo la mujer desapareció. Desconcertada, sabiendo que había sido estafada, la anciana regresó a su casa. En su domicilio conversó con su pareja y le contó lo sucedido.
Grande fue la sorpresa de la víctima cuando su esposo le manifestó que él le había dado $2.500 pesos a la supuesta empleada de la Anses. Rápidamente la víctima fue a ver si sus ahorros seguían en su lugar y allí descubrió que le faltaban 17.500 dólares que tenía guardados. l