La increíble historia del impostor que se hizo pasar por hijo de desaparecidos
Adrián Martínez Moreira, fundador de HIJOS Paraguay, afirma que sus padres murieron en la dictadura. La Justicia le dio la razón y le otorgaron otra identidad. Pero todo indica que su historia es falsa. Infobae lo confrontó.
En el cuento "Tres versiones sobre Judas", Jorge Luis Borges elige un epígrafe perteneciente al libro "Los siete pilares de la sabiduría" de T.E. Lawrence: "There seemed a certainty in degradation".
La traducción aproximada podría ser: "Hay una certidumbre en degradación". Las líneas que siguen a continuación dan cuenta de la historia de una certidumbre que se desliza hacia su degradación, hacia el rango de lo falsario.
Una historia que se adentra en el mundo de las víctimas de la represión de la dictadura y el aprovechamiento del lugar de víctima que podría ser realizado. Adrián Martínez Moreira, fundador de HIJOS Paraguay, afirma ser hijo de desaparecidos y una víctima del terrorismo de Estado latinoamericano de la historia continental reciente.
La Justicia y la prensa argentinas convalidaron esta afirmación y hasta le fue otorgada, por el Estado, una nueva identidad. Sin embargo, todo indica que Adrián Martínez Moreira es un impostor.
Adrián Martínez Moreira -que también es conocido como Matías Ezequiel López o Adrián Martínez Moreira de Zanotti y que también figura en registros oficiales como Ovidio Martínez y que dice haberse llamado Andrés- es el fundador de HIJOS Paraguay, una organización de derechos humanos que agrupa a supuestas víctimas del terrorismo de Estado acaecido bajo el gobierno dictatorial de Alfredo Stroessner en Paraguay. Él mismo se señala como una víctima del Plan Cóndor, ya que sus padres habrían desaparecido en el país guaraní debido a sus actividades políticas -habrían militado en el Ejército Revolucionario del Pueblo argentino y luego en organizaciones populares paraguayas- y Martínez Moreira habría sido apropiado por un militar argentino destinado a colaborar en la represión del régimen de Stroessner. Todo esto habría sucedido durante la segunda mitad de la década del ochenta. Todo esto sería falso.
La agrupación HIJOS Paraguay comenzó a participar de las reuniones del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que convoca a diversos organismos que siguen reclamando por los derechos humanos violados en el pasado y su vigencia hoy en día. Su representante era Adrián Martínez Moreira, quien realizó diversas demandas en la Justicia argentina en función de resolver los crímenes de sus familiares, recuperar su identidad en tanto hijo de desaparecidos y auspiciar a otros miembros de la agrupación de hijos de desaparecidos paraguayos que también reclamaban un resarcimiento por los hechos acontecidos bajo la dictadura.
"En cierto momento de 2014 detectamos que estaba circulando un documento que esta persona aseguraba que había sido firmado por Adriana Calvo, una compañera nuestra que había fallecido en 2010 -cuenta a Infobae Carlos Lokparnidse, miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos-. Este señor decía que era una declaración de Adriana Calvo ante organismos alemanes. Nosotros desconocíamos totalmente la existencia de un documento de esa naturaleza, y de haber existido lo habríamos sabido. Al ver la firma que supuestamente pertenecía a Adriana, nos dimos cuenta de que era un documento falso y decidimos hacer una presentación ante la justicia para que se investigue su veracidad".
La historia de Adrián Martínez Moreira adquirió carácter público cuando el diario Página/12 publicó el 22 de agosto de 2012 la nota titulada: "Historia de un hijo del Cóndor". Allí, en una entrevista de una página, Martínez Moreira se presentaba como una víctima de la represión estatal coordinada entre las naciones del continente en el así llamado Plan Cóndor. Martínez Moreira declaraba ser sociólogo y contaba el derrotero de sus supuestos padres. Según el relato, Adrián Martín Martínez Henríquez había sido un dirigente de la Federación Juvenil Comunista paraguaya que debió en 1975 exiliarse en la Argentina, donde estudió medicina y sociología y se vinculó sentimentalmente con María Santa Moreira, nacida en Misiones. Ambos se habían integrado a las filas del Partido de los Trabajadores Revolucionarios y, llegada la dictadura y ante el allanamiento de su departamento situado en la calle Virrey Ceballos, habían decidido emigrar hacia Brasil ayudados por al ACNUR -el organismo de la ONU que se ocupa de los refugiados. Regresaron a Paraguay para integrarse a la lucha contra Stroessner -Martínez Henríquez había participado del atentado organizado por Enrique Gorriarán Merlo contra el dictador- y allí habían sido secuestrados, detenidos y luego desaparecidos por elementos represivos. Adrián Martínez Moreira y su hermana habían estado detenidos y presenciado las torturas que padeció su madre y luego habían sido apropiados por un represor argentino. Al final de su relato, Martínez Moreira anunciaba que la Justicia argentina actuaría contra los apropiadores.
Un año después, en diciembre de 2013, Adrián Martínez Moreira ocuparía la tapa del suplemento LGBT Soy, de Página 12, con el título "Orgullo y memoria". Allí el representante de HIJOS Paraguay no sólo contaba su derrotero como hijo de desaparecidos, sino que contaba su experiencia como persona gay que había sufrido abusos sexuales en reiteradas oportunidades. En la nota revelaba que su padre desaparecido Adrián Martín Martínez Henríquez había sido bisexual y tenido una pareja llamada Ramiro que lo había criado junto a su madre (también había fallecido por la represión paraguaya). También revelaba que él mismo había contraído casamiento -luego de la aprobación del matrimonio igualitario- con Pablo Zanotti, que había fallecido en la tragedia de Once. Según el relato de Martínez Moreira, había conocido a Zanotti durante la secundaria y había sido un puntal para que se decidiera a averiguar su verdadera identidad. Zanottia se había mudado a vivir con él a su departamento de Balvanera y se habían casado en Misiones. Zanotti, de oficio actor, había formado parte de la agrupación "Putos peronistas" y había muerto al regresar en el ferrocarril de una actividad militante en La Matanza.
"Una vez que estaba regresando a mi casa, en el conurbano, una persona me paró y se presentó como Adrián Martínez Moreira -cuenta a Infobae una familiar de una víctima de Once que prefirió reservar su identidad-. Me dijo que era esposo de una persona fallecida en la tragedia. Le dije que se acercara a las reuniones que preparaban el primer aniversario del acontecimiento. Decidí cortar todo contacto con él una vez que acusó a una persona que tiene un negocio en la cuadra de mi casa de haber abusado sexualmente de él. Era todo muy raro y parecía amenazante".
"Todo lo que dice es una mentira -dice Héctor Zanotti, padre de Pablo, quien según Adrián Martínez Moreira había sido su esposo. Se acercó a mi mujer y a mí durante la marcha por el primer aniversario de la tragedia en la que falleció mi hijo. Dijo que lo conocía. Se sacó una foto con mi esposa que luego publicó en su blog para validar que tenía una relación con nuestra familia. Unos meses después le dijo a nuestro hijo menor por chat que había sido esposo de nuestro hijo. Pablo participaba como actor de Teatro por la Memoria y por ciertos datos sé que esta persona debe haberlo conocido. Pero luego todo su relato es inverosímil, es todo una mentira. En un momento nos angustiaba que usara el apellido de nuestro hijo. Decidimos dejar de darle cualquier tipo de importancia".
"Se acercó a nosotros hizo contando su historia, con algunos papeles y certificados, y propuso que lo representáramos en la causa civil para que se reconozca que sus supuestos padres estaban muertos", explica la doctora Claudia Ferrero, miembro de la Asociación de Profesionales en Lucha, organización de abogados ligados al Partido Obrero.
-Aceptamos y llegamos a presentar el caso, pero dos circunstancias provocaron que renunciara casi de inmediato a ese patrocinio.
-¿Cuáles fueron?
-En primer lugar, unos organismos de derechos humanos al enterarse de esta situación me advirtieron de las circunstancias que rodeaban a esta persona y los informes que se habían elaborado sobre él. Y a la vez, dos personas me llamaron diciendo que Martínez Moreira les había hecho firmar unos poderes a mi nombre para representarlos en unas causas por juicios de lesa humanidad, algo que jamás habíamos acordado de ninguna manera. Entonces decidimos que debía renunciar a cualquier patrocinio de esta persona.
El 9 de junio de 2014 el juez Félix Igarzábal -del Juzgado Nacional en lo Civil Nro. 85- decidió otorgarle a Adrián Martínez Moreira la identidad que reclamaba como suya en tanto hijo de desaparecidos y apropiado por un ex represor. Dice la resolución: "Resuelvo ordenar la inscripción de nacimiento del señor Adrián Martínez Moreira, de sexo masculino, nacido el día 15 de diciembre de 1986, argentino, hijo de Adrián Martínez Henríquez y María Santa Moreira Delard en la ciudad de Jardín América, Misiones". En octubre de 2014 el Estado nacional le entregó a Adrián Martínez Moreira la partida de nacimiento modificada con la que luego pudo tramitar su Documento Nacional de Identidad, que lo certifica con la identidad que él reclamaba, y que publicamos aquí. En el juzgado que falló favorablemente al pedido de cambio de identidad de Adrián Martínez Moreira declinaron realizar declaraciones sobre el tema a Infobae".
La traducción aproximada podría ser: "Hay una certidumbre en degradación". Las líneas que siguen a continuación dan cuenta de la historia de una certidumbre que se desliza hacia su degradación, hacia el rango de lo falsario.
Una historia que se adentra en el mundo de las víctimas de la represión de la dictadura y el aprovechamiento del lugar de víctima que podría ser realizado. Adrián Martínez Moreira, fundador de HIJOS Paraguay, afirma ser hijo de desaparecidos y una víctima del terrorismo de Estado latinoamericano de la historia continental reciente.
La Justicia y la prensa argentinas convalidaron esta afirmación y hasta le fue otorgada, por el Estado, una nueva identidad. Sin embargo, todo indica que Adrián Martínez Moreira es un impostor.
Adrián Martínez Moreira -que también es conocido como Matías Ezequiel López o Adrián Martínez Moreira de Zanotti y que también figura en registros oficiales como Ovidio Martínez y que dice haberse llamado Andrés- es el fundador de HIJOS Paraguay, una organización de derechos humanos que agrupa a supuestas víctimas del terrorismo de Estado acaecido bajo el gobierno dictatorial de Alfredo Stroessner en Paraguay. Él mismo se señala como una víctima del Plan Cóndor, ya que sus padres habrían desaparecido en el país guaraní debido a sus actividades políticas -habrían militado en el Ejército Revolucionario del Pueblo argentino y luego en organizaciones populares paraguayas- y Martínez Moreira habría sido apropiado por un militar argentino destinado a colaborar en la represión del régimen de Stroessner. Todo esto habría sucedido durante la segunda mitad de la década del ochenta. Todo esto sería falso.
La agrupación HIJOS Paraguay comenzó a participar de las reuniones del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que convoca a diversos organismos que siguen reclamando por los derechos humanos violados en el pasado y su vigencia hoy en día. Su representante era Adrián Martínez Moreira, quien realizó diversas demandas en la Justicia argentina en función de resolver los crímenes de sus familiares, recuperar su identidad en tanto hijo de desaparecidos y auspiciar a otros miembros de la agrupación de hijos de desaparecidos paraguayos que también reclamaban un resarcimiento por los hechos acontecidos bajo la dictadura.
"En cierto momento de 2014 detectamos que estaba circulando un documento que esta persona aseguraba que había sido firmado por Adriana Calvo, una compañera nuestra que había fallecido en 2010 -cuenta a Infobae Carlos Lokparnidse, miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos-. Este señor decía que era una declaración de Adriana Calvo ante organismos alemanes. Nosotros desconocíamos totalmente la existencia de un documento de esa naturaleza, y de haber existido lo habríamos sabido. Al ver la firma que supuestamente pertenecía a Adriana, nos dimos cuenta de que era un documento falso y decidimos hacer una presentación ante la justicia para que se investigue su veracidad".
La historia de Adrián Martínez Moreira adquirió carácter público cuando el diario Página/12 publicó el 22 de agosto de 2012 la nota titulada: "Historia de un hijo del Cóndor". Allí, en una entrevista de una página, Martínez Moreira se presentaba como una víctima de la represión estatal coordinada entre las naciones del continente en el así llamado Plan Cóndor. Martínez Moreira declaraba ser sociólogo y contaba el derrotero de sus supuestos padres. Según el relato, Adrián Martín Martínez Henríquez había sido un dirigente de la Federación Juvenil Comunista paraguaya que debió en 1975 exiliarse en la Argentina, donde estudió medicina y sociología y se vinculó sentimentalmente con María Santa Moreira, nacida en Misiones. Ambos se habían integrado a las filas del Partido de los Trabajadores Revolucionarios y, llegada la dictadura y ante el allanamiento de su departamento situado en la calle Virrey Ceballos, habían decidido emigrar hacia Brasil ayudados por al ACNUR -el organismo de la ONU que se ocupa de los refugiados. Regresaron a Paraguay para integrarse a la lucha contra Stroessner -Martínez Henríquez había participado del atentado organizado por Enrique Gorriarán Merlo contra el dictador- y allí habían sido secuestrados, detenidos y luego desaparecidos por elementos represivos. Adrián Martínez Moreira y su hermana habían estado detenidos y presenciado las torturas que padeció su madre y luego habían sido apropiados por un represor argentino. Al final de su relato, Martínez Moreira anunciaba que la Justicia argentina actuaría contra los apropiadores.
Un año después, en diciembre de 2013, Adrián Martínez Moreira ocuparía la tapa del suplemento LGBT Soy, de Página 12, con el título "Orgullo y memoria". Allí el representante de HIJOS Paraguay no sólo contaba su derrotero como hijo de desaparecidos, sino que contaba su experiencia como persona gay que había sufrido abusos sexuales en reiteradas oportunidades. En la nota revelaba que su padre desaparecido Adrián Martín Martínez Henríquez había sido bisexual y tenido una pareja llamada Ramiro que lo había criado junto a su madre (también había fallecido por la represión paraguaya). También revelaba que él mismo había contraído casamiento -luego de la aprobación del matrimonio igualitario- con Pablo Zanotti, que había fallecido en la tragedia de Once. Según el relato de Martínez Moreira, había conocido a Zanotti durante la secundaria y había sido un puntal para que se decidiera a averiguar su verdadera identidad. Zanottia se había mudado a vivir con él a su departamento de Balvanera y se habían casado en Misiones. Zanotti, de oficio actor, había formado parte de la agrupación "Putos peronistas" y había muerto al regresar en el ferrocarril de una actividad militante en La Matanza.
"Una vez que estaba regresando a mi casa, en el conurbano, una persona me paró y se presentó como Adrián Martínez Moreira -cuenta a Infobae una familiar de una víctima de Once que prefirió reservar su identidad-. Me dijo que era esposo de una persona fallecida en la tragedia. Le dije que se acercara a las reuniones que preparaban el primer aniversario del acontecimiento. Decidí cortar todo contacto con él una vez que acusó a una persona que tiene un negocio en la cuadra de mi casa de haber abusado sexualmente de él. Era todo muy raro y parecía amenazante".
"Todo lo que dice es una mentira -dice Héctor Zanotti, padre de Pablo, quien según Adrián Martínez Moreira había sido su esposo. Se acercó a mi mujer y a mí durante la marcha por el primer aniversario de la tragedia en la que falleció mi hijo. Dijo que lo conocía. Se sacó una foto con mi esposa que luego publicó en su blog para validar que tenía una relación con nuestra familia. Unos meses después le dijo a nuestro hijo menor por chat que había sido esposo de nuestro hijo. Pablo participaba como actor de Teatro por la Memoria y por ciertos datos sé que esta persona debe haberlo conocido. Pero luego todo su relato es inverosímil, es todo una mentira. En un momento nos angustiaba que usara el apellido de nuestro hijo. Decidimos dejar de darle cualquier tipo de importancia".
"Se acercó a nosotros hizo contando su historia, con algunos papeles y certificados, y propuso que lo representáramos en la causa civil para que se reconozca que sus supuestos padres estaban muertos", explica la doctora Claudia Ferrero, miembro de la Asociación de Profesionales en Lucha, organización de abogados ligados al Partido Obrero.
-Aceptamos y llegamos a presentar el caso, pero dos circunstancias provocaron que renunciara casi de inmediato a ese patrocinio.
-¿Cuáles fueron?
-En primer lugar, unos organismos de derechos humanos al enterarse de esta situación me advirtieron de las circunstancias que rodeaban a esta persona y los informes que se habían elaborado sobre él. Y a la vez, dos personas me llamaron diciendo que Martínez Moreira les había hecho firmar unos poderes a mi nombre para representarlos en unas causas por juicios de lesa humanidad, algo que jamás habíamos acordado de ninguna manera. Entonces decidimos que debía renunciar a cualquier patrocinio de esta persona.
El 9 de junio de 2014 el juez Félix Igarzábal -del Juzgado Nacional en lo Civil Nro. 85- decidió otorgarle a Adrián Martínez Moreira la identidad que reclamaba como suya en tanto hijo de desaparecidos y apropiado por un ex represor. Dice la resolución: "Resuelvo ordenar la inscripción de nacimiento del señor Adrián Martínez Moreira, de sexo masculino, nacido el día 15 de diciembre de 1986, argentino, hijo de Adrián Martínez Henríquez y María Santa Moreira Delard en la ciudad de Jardín América, Misiones". En octubre de 2014 el Estado nacional le entregó a Adrián Martínez Moreira la partida de nacimiento modificada con la que luego pudo tramitar su Documento Nacional de Identidad, que lo certifica con la identidad que él reclamaba, y que publicamos aquí. En el juzgado que falló favorablemente al pedido de cambio de identidad de Adrián Martínez Moreira declinaron realizar declaraciones sobre el tema a Infobae".