A sangre y fuego en Sídney, la policía liberó a los rehenes y mató al autor de la toma
Fue un clérigo iraní. Dieciséis horas de tensión. Dos víctimas y el secuestrador. El repudio de la comunidad musulmana.
La toma de rehenes en un café del centro de Sídney se saldó ayer con tres muertos, entre ellos el secuestrador, un islamista radical de origen iraní que actuó en solitario y fue abatido por las fuerzas especiales.
El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que el secuestrador, identificado por varios medios como Man Haron Monis, un religioso nacido en Irán, "tenía un largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental".
El agresor murió abatido por disparos en el asalto de las fuerzas especiales de la policía australiana.
También murieron en el asalto dos rehenes, un hombre de 34 años y una mujer de 38, y resultaron heridas seis personas. En total, fueron tomados 17 rehenes.
Según la policía, el secuestrador, de 50 años, actuó solo, y en el interior del café no se encontraron explosivos.
"El asalto de Sídney ha terminado", anunció la policía en Twitter después de que comenzara la toma de rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
Abbott añadió que a medida que avanzaba el asalto el secuestrador "trató de inscribir sus actos en el simbolismo del culto de la muerte del Estado Islámico", el grupo yihadista que siembra el terror en parte de Siria e Irak, y contra el que Estados Unidos armó una coalición internacional de la que forma parte Australia.
Durante la jornada, cinco rehenes habían conseguido escapar. Otros salieron durante el asalto de las fuerzas especiales.
Confirmó que el hombre envió "cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en Afganistán", e igualmente "publicó en internet material gráfico extremista".
Según el diario The Australian, estaba en libertad condicional, acusado de haber sido cómplice del asesinato de su ex mujer.
Abbott, primer ministro australiano, felicitó a las fuerzas de la policía por su actuación en este "encontronazo con el terrorismo".
Reconoció que "hay lecciones que deberán sacarse. Examinaremos a fondo este incidente para decidir qué lecciones hay que sacar. Llevará tiempo aclarar exactamente lo que sucedió en Martin Place y por qué".
El Lindt Chocolat Cafe, donde se produjo el hecho se encuentra en Martin Place, una céntrica vía peatonal de Sídney situada cerca de edificios oficiales.
Islamita radical
El sospechoso llegó en 1996 a Australia con estatus de refugiado, vivía en la periferia de Sídney y era un "islamista radical".
Su ex abogado Manny Conditsis descartó que la toma de rehenes haya sido un acto organizado.
Las motivaciones del atacante seguían sin estar muy claras. Durante la toma obligó a los rehenes a mantener pegada a una ventana una bandera negra con un lema en árabe.
La bandera exhibida es la empleada a menudo por grupos yihadistas. En ella se lee la "shahada" o profesión de fe del Islam: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".
Más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización de la profesión de fe del Islam.
También Irán expresó su condena por boca del Ministerio de Relaciones Exteriores.l
El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que el secuestrador, identificado por varios medios como Man Haron Monis, un religioso nacido en Irán, "tenía un largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental".
El agresor murió abatido por disparos en el asalto de las fuerzas especiales de la policía australiana.
También murieron en el asalto dos rehenes, un hombre de 34 años y una mujer de 38, y resultaron heridas seis personas. En total, fueron tomados 17 rehenes.
Según la policía, el secuestrador, de 50 años, actuó solo, y en el interior del café no se encontraron explosivos.
"El asalto de Sídney ha terminado", anunció la policía en Twitter después de que comenzara la toma de rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
Abbott añadió que a medida que avanzaba el asalto el secuestrador "trató de inscribir sus actos en el simbolismo del culto de la muerte del Estado Islámico", el grupo yihadista que siembra el terror en parte de Siria e Irak, y contra el que Estados Unidos armó una coalición internacional de la que forma parte Australia.
Durante la jornada, cinco rehenes habían conseguido escapar. Otros salieron durante el asalto de las fuerzas especiales.
Confirmó que el hombre envió "cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en Afganistán", e igualmente "publicó en internet material gráfico extremista".
Según el diario The Australian, estaba en libertad condicional, acusado de haber sido cómplice del asesinato de su ex mujer.
Abbott, primer ministro australiano, felicitó a las fuerzas de la policía por su actuación en este "encontronazo con el terrorismo".
Reconoció que "hay lecciones que deberán sacarse. Examinaremos a fondo este incidente para decidir qué lecciones hay que sacar. Llevará tiempo aclarar exactamente lo que sucedió en Martin Place y por qué".
El Lindt Chocolat Cafe, donde se produjo el hecho se encuentra en Martin Place, una céntrica vía peatonal de Sídney situada cerca de edificios oficiales.
Islamita radical
El sospechoso llegó en 1996 a Australia con estatus de refugiado, vivía en la periferia de Sídney y era un "islamista radical".
Su ex abogado Manny Conditsis descartó que la toma de rehenes haya sido un acto organizado.
Las motivaciones del atacante seguían sin estar muy claras. Durante la toma obligó a los rehenes a mantener pegada a una ventana una bandera negra con un lema en árabe.
La bandera exhibida es la empleada a menudo por grupos yihadistas. En ella se lee la "shahada" o profesión de fe del Islam: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".
Más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización de la profesión de fe del Islam.
También Irán expresó su condena por boca del Ministerio de Relaciones Exteriores.l