Jornalero habría asesinado a su ex en "Monte" al ver huir a un extraño de su casa en la noche
Emanuel Vidal Gómez ampliará su indagatoria en los días venideros. La víctima resultó Yanina Soledad Aballay.
Cinco meses después de asesinar a su ex pareja, un jornalero habría manifestado a su entorno que la ultimó al descubrir que un desconocido abandonaba la casa y minutos después la víctima le confesó que estaba enamorada de otro hombre.
La tragedia sobrevino en junio pasado en una casa de calle Pública sin número y Absalón Rojas prolongación, barrio El Porvenir de Monte Quemado, Copo.
Cerca de la medianoche, Yanina Soledad Aballay, de 26 años, permanecía en su casa, junto a Emanuel Vidal Gómez. En una habitación, dormían sus hijos.
No era una pareja convencional. Los diversos ataques físicos de éste habían hecho añicos todo atisbo de amor, o esperanza, de la mujer. Sólo perduraba -quizá- el temor, u obligación de una ex concubina para con el padre de sus hijos.
Más aún, en esos meses la joven habría iniciado una relación con otro joven, obviamente en la absoluta clandestinidad, a sabiendas del carácter de Vidal Gómez.
Aquella noche, la víctima habría solicitado a una prima que se quedara en su casa. En su interior, tal vez intuía que Vidal Gómez intentaría acercarse a ella.
Meses atrás había vencido una restricción judicial, impedimento de contacto, tras una paliza de la cual Yanina pudo reponerse después de largas semanas.
Sin prohibición alguna en el horizonte, esa noche el individuo se habría quedado a dormir: “En la oscuridad vi a un tipo irse de la casa”, habría deslizado a su entorno.
Minutos después, habría cuestionado el episodio a Yanina. Quizá presionada, ésta le habría manifestado que estaba enamorada de otro hombre, de quien esperaba un hijo.
Con aquella confesión, sin querer, la joven madre cavó su propia tumba. Enceguecido Vidal Gómez, tomó un cuchillo y literalmente degolló a su ex pareja.
Después, fue a la habitación y contempló a sus hijos. Luego, con la misma arma se provocó una herida en el cuello. Así, lo encontró su suegra y cuñados, a quienes confesó que había asesinado a Yanina.
Pese a ello, la familia de la mujer salvó la vida a Vidal Gómez y lo condujo a un hospital. l
La tragedia sobrevino en junio pasado en una casa de calle Pública sin número y Absalón Rojas prolongación, barrio El Porvenir de Monte Quemado, Copo.
Cerca de la medianoche, Yanina Soledad Aballay, de 26 años, permanecía en su casa, junto a Emanuel Vidal Gómez. En una habitación, dormían sus hijos.
No era una pareja convencional. Los diversos ataques físicos de éste habían hecho añicos todo atisbo de amor, o esperanza, de la mujer. Sólo perduraba -quizá- el temor, u obligación de una ex concubina para con el padre de sus hijos.
Más aún, en esos meses la joven habría iniciado una relación con otro joven, obviamente en la absoluta clandestinidad, a sabiendas del carácter de Vidal Gómez.
Aquella noche, la víctima habría solicitado a una prima que se quedara en su casa. En su interior, tal vez intuía que Vidal Gómez intentaría acercarse a ella.
Meses atrás había vencido una restricción judicial, impedimento de contacto, tras una paliza de la cual Yanina pudo reponerse después de largas semanas.
Sin prohibición alguna en el horizonte, esa noche el individuo se habría quedado a dormir: “En la oscuridad vi a un tipo irse de la casa”, habría deslizado a su entorno.
Minutos después, habría cuestionado el episodio a Yanina. Quizá presionada, ésta le habría manifestado que estaba enamorada de otro hombre, de quien esperaba un hijo.
Con aquella confesión, sin querer, la joven madre cavó su propia tumba. Enceguecido Vidal Gómez, tomó un cuchillo y literalmente degolló a su ex pareja.
Después, fue a la habitación y contempló a sus hijos. Luego, con la misma arma se provocó una herida en el cuello. Así, lo encontró su suegra y cuñados, a quienes confesó que había asesinado a Yanina.
Pese a ello, la familia de la mujer salvó la vida a Vidal Gómez y lo condujo a un hospital. l