"Quería entrar a la morgue y sacar a mi hija del cajón"

Junto al féretro en que despide a su hija, Margarita llora su dolor. Horas atrás saludaba a su hija, Noemí Álvarez, cuando le daba un beso, antes de subir a la combi rumbo a la ciudad capital.
Triste por la pérdida de su hija, anoche recordaba: “Ella estudiaba peluquería en Santiago. Dos veces a la semana iba a clases: los martes y jueves”, relató desconsolada.
Puntualizó: “Llegamos hace años de Huachana. Y mi hija nos dijo que estudiaría. Lo que sea, pero quería superarse”, añadió.
“Hoy (por ayer) me avisaron por teléfono. No podía creerlo. Me fui al hospital y quise entrar a la morgue. No me dejaron. Había médicos y policías que me pidieron quedarme afuera”, ahondó la mujer.
“No puedo creerlo, Dios. Quería entrar a la morgue, así me sacaran muerta de ahí. Me resisto a creer que la que está en este cajón es mi hija. Esto no puede ser verdad”.
Margarita señaló que ni bien recibió la triste noticia, se lo informó a otra hija que reside en Buenos Aires. “Ella está viajando. Haremos lo imposible para que alcance a llegar y despedir a su hermana”, hoy miércoles.
La mujer anoche despedía a su hija en su humilde hogar en el barrio Las Chacras, en las afueras de la ciudad. Las plegarias de una rezadora tornaban lúgubre el velorio, duro para quienes padecían el dolor ante la muerte de Álvarez y no menos triste para sus vecinos.
Así como ella, la mayoría de las víctimas recibían el último adiós en sus hogares. Hoy será el día más amargo, ya que le tributarán el adiós definitivo a sus seres queridos. l