En el Colegio Belén honraron al Sagrado Corazón
Ante un templo colmado de fieles, se realizó ayer la celebración en honor al Sagrado Corazón de Jesús en la capilla del Colegio Belén de nuestra ciudad, la que contó con la participación de alumnas y personal directivo y docente del establecimiento educativo y toda la comunidad.
La ceremonia estuvo presidida por el padre Edison Araujo, y el personal del colegio tuvo a su cargo la guía y la animación de la celebración.
La festividad del Sagrado Corazón de Jesús es una de las celebraciones principales de la comunidad educativa de Belén.
La Iglesia Católica celebró ayer la Devoción del Sagrado Corazón de Jesús, fiesta que coincide con el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés.
Según la creencia católica, la devoción fue propagada por Santa Margarita de Alacoque, a quien se dice que el 16 de junio de 1675 Dios se le apareció y le mostró su corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas con una herida abierta de la cual brotaba sangre y de cuyo interior salía una cruz.
Esta fiesta consiste en la veneración del mismo corazón de Dios traspasado.
San Juan Pablo II opinaba que el Corazón de Cristo “reinará cuando se establezca la civilización del amor”. l
La ceremonia estuvo presidida por el padre Edison Araujo, y el personal del colegio tuvo a su cargo la guía y la animación de la celebración.
La festividad del Sagrado Corazón de Jesús es una de las celebraciones principales de la comunidad educativa de Belén.
La Iglesia Católica celebró ayer la Devoción del Sagrado Corazón de Jesús, fiesta que coincide con el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés.
Según la creencia católica, la devoción fue propagada por Santa Margarita de Alacoque, a quien se dice que el 16 de junio de 1675 Dios se le apareció y le mostró su corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas con una herida abierta de la cual brotaba sangre y de cuyo interior salía una cruz.
Esta fiesta consiste en la veneración del mismo corazón de Dios traspasado.
San Juan Pablo II opinaba que el Corazón de Cristo “reinará cuando se establezca la civilización del amor”. l