"Mi mami puso a mi hija en el piso; le ató el cuello con una remera y la asfixió"
La joven ayer complicó seriamente la situación de su madre. Añadió: “Ella me mezquinaba la comida y me corría con palos y rebenques”.
“Esa siesta, mi mami me quitó a mi hija. La puso en el piso; tomó una remera y le ató en el cuello; la asfixió. Después la puso en una bolsa y se la llevó fuera de la casa”.
Con crudeza y dolor, ayer declaró en el juicio Mari Palomo, cuya madre habría asesinado a su hija recién nacida, ya que le advertía: ‘No vas a tener ni criar a la hija de un asesino’.
El juicio se ventila en la Cámara del Crimen de 2ª Nominación. El tribunal juzga a Olga Zulema Palomo, acusada de haber asfixiado y arrojado en una letrina a su nieta recién nacida, en el barrio Gutiérrez, Clodomira la mañana del 6 de septiembre del 2013.
“Homicidio doblemente calificado por vínculo y alevosía”, es el delito por el cual la mujer puede ser condenada a perpetua.
“Es mala”
Ante los jueces, la joven relató: “Desde chica mi mami me maltrataba. Vivía pegándome; mezquinándome la comida. Por ahí, escondía las ollas. Me corría en el camino con palos, o rebenques”.
Aquella odisea se acentuó cuando quedó embarazada.
“Le dije de quién era el bebé y me respondió: ‘No vas a criar ni tener la hija de un asesino”.
La joven estaba embarazada de un sujeto a quien se endilgaba el crimen de un hombre.
A medida que la panza crecía, se acentuaban los malos tratos, dijo la joven.
“Ese día, a la siesta, sentí muchos dolores. Le pedí que llame una ambulancia. C...”, habría respondido a su hija.
“Quedé en la pieza. Cerca de las cuatro de la tarde sentí fuertes dolores. Y así nació mi hija. Creo que quedé dormida”.
Ahondó: “Al despertar ella la tenía. La puso en el piso, le ató el cuello con una remera y la asifixió. No me dejaba hacer nada”, señaló la mujer.
“Hacé algo y vas a terminar igual, me juró”, agregó la joven. “Puso a mi hija en una bolsa blanca. Después en una negra y la sacó de la casa. Antes, me ordenó que limpiara la pieza. Con mi ropa interior limpié toda la sangre en la casa”.
Según la joven, “después llegó la policía y ella me gritaba desde la ventana que me hiciera cargo”.
Tal cual, Mari confesó el crimen y estuvo presa algunas horas en la Comisaría 16ª de Clodomira.
Sin embargo, se arrepintió: “No pude seguir así y dije la verdad: que ella mató a mi hija”, aclaró.
Más allá de la contundencia del relato, a los jueces y al Ministerio Público quedó una duda, sustentada en el horario.
Los testigos hablan de que todo ocurrió de madrugada, pero Mari insistió en que sucedió a la siesta.
“Me acuerdo bien”, ratificó una y otra vez.
Después, declararon una amiga y antes, su padre, quien no habría participado en el homicidio. l
Con crudeza y dolor, ayer declaró en el juicio Mari Palomo, cuya madre habría asesinado a su hija recién nacida, ya que le advertía: ‘No vas a tener ni criar a la hija de un asesino’.
El juicio se ventila en la Cámara del Crimen de 2ª Nominación. El tribunal juzga a Olga Zulema Palomo, acusada de haber asfixiado y arrojado en una letrina a su nieta recién nacida, en el barrio Gutiérrez, Clodomira la mañana del 6 de septiembre del 2013.
“Homicidio doblemente calificado por vínculo y alevosía”, es el delito por el cual la mujer puede ser condenada a perpetua.
“Es mala”
Ante los jueces, la joven relató: “Desde chica mi mami me maltrataba. Vivía pegándome; mezquinándome la comida. Por ahí, escondía las ollas. Me corría en el camino con palos, o rebenques”.
Aquella odisea se acentuó cuando quedó embarazada.
“Le dije de quién era el bebé y me respondió: ‘No vas a criar ni tener la hija de un asesino”.
La joven estaba embarazada de un sujeto a quien se endilgaba el crimen de un hombre.
A medida que la panza crecía, se acentuaban los malos tratos, dijo la joven.
“Ese día, a la siesta, sentí muchos dolores. Le pedí que llame una ambulancia. C...”, habría respondido a su hija.
“Quedé en la pieza. Cerca de las cuatro de la tarde sentí fuertes dolores. Y así nació mi hija. Creo que quedé dormida”.
Ahondó: “Al despertar ella la tenía. La puso en el piso, le ató el cuello con una remera y la asifixió. No me dejaba hacer nada”, señaló la mujer.
“Hacé algo y vas a terminar igual, me juró”, agregó la joven. “Puso a mi hija en una bolsa blanca. Después en una negra y la sacó de la casa. Antes, me ordenó que limpiara la pieza. Con mi ropa interior limpié toda la sangre en la casa”.
Según la joven, “después llegó la policía y ella me gritaba desde la ventana que me hiciera cargo”.
Tal cual, Mari confesó el crimen y estuvo presa algunas horas en la Comisaría 16ª de Clodomira.
Sin embargo, se arrepintió: “No pude seguir así y dije la verdad: que ella mató a mi hija”, aclaró.
Más allá de la contundencia del relato, a los jueces y al Ministerio Público quedó una duda, sustentada en el horario.
Los testigos hablan de que todo ocurrió de madrugada, pero Mari insistió en que sucedió a la siesta.
“Me acuerdo bien”, ratificó una y otra vez.
Después, declararon una amiga y antes, su padre, quien no habría participado en el homicidio. l