Una matanza de perros generó alarma en los vecinos de Villa Suaya
Los gemidos agonizantes de sus mascotas que se retorcían en los patios y la vereda de sus casas despertó a los vecinos de calle Ramón Chávez, entre Pampa y pasaje Neuquén.
Ocurrió durante la madrugada, alrededor de las 4. Pese a los esfuerzos por desintoxicarlos con aceites y otros métodos caseros, cuatro perros de gran porte murieron en cuestión de minutos y otros tres se salvaron.
Ramón Verón perdió a dos de sus mascotas. “Uno no murió porque está atado, y al otro lo salvamos, aunque todavía está mal”, comentó.
Todo indica que durante la noche alguien arrojó en este sector trozos de carne y huesos empapados en alguna sustancia que les provocó la muerte casi inmediata.
Las primeras sospechas apuntan a malvivientes que merodean por la zona, y que resolvieron sacrificar a los perros para tener el camino libre para sus ataques delictivos.
“Justamente, en todas las casas hay perros porque los ladrones no nos dejaban tranquilos durante la noche”, dijo una vecina.
De todas formas, la mayor preocupación pasa ahora por el riesgo al que se encuentran expuestos los chicos de la cuadra, ya que temen que alguno lleve a la boca algún objeto que haya tomado contacto con el veneno que fulminó a los animales.
“Esto es grave, si el veneno es tan potente para matar a los perros en segundos, con un chico sería mucho peor”, dijo uno de los frentistas. l
Ocurrió durante la madrugada, alrededor de las 4. Pese a los esfuerzos por desintoxicarlos con aceites y otros métodos caseros, cuatro perros de gran porte murieron en cuestión de minutos y otros tres se salvaron.
Ramón Verón perdió a dos de sus mascotas. “Uno no murió porque está atado, y al otro lo salvamos, aunque todavía está mal”, comentó.
Todo indica que durante la noche alguien arrojó en este sector trozos de carne y huesos empapados en alguna sustancia que les provocó la muerte casi inmediata.
Las primeras sospechas apuntan a malvivientes que merodean por la zona, y que resolvieron sacrificar a los perros para tener el camino libre para sus ataques delictivos.
“Justamente, en todas las casas hay perros porque los ladrones no nos dejaban tranquilos durante la noche”, dijo una vecina.
De todas formas, la mayor preocupación pasa ahora por el riesgo al que se encuentran expuestos los chicos de la cuadra, ya que temen que alguno lleve a la boca algún objeto que haya tomado contacto con el veneno que fulminó a los animales.
“Esto es grave, si el veneno es tan potente para matar a los perros en segundos, con un chico sería mucho peor”, dijo uno de los frentistas. l