"Ella no quería denunciarlo y escondía los golpes"
Fuera de sí, las amigas de “Pato” revelaron ayer a EL LIBERAL que la víctima prefería soportar los golpes, a denunciar a Páez.
“No era que lo amaba; era miedo. Ella temía que cuando no estuviese en su casa, él llegaría y le haría algo a la madre”.
La amiga (Marisa) vive a cinco metros de la casa de la víctima.
“Me harté de verlo golpearla. Venía a la casa y hacía lo que quería. Es que no había hombres. Eran dos mujeres solas y un niño”.
Público
La testigo dejó en claro que a Páez poco parecía importarle el que dirán.
“Llegaba a cualquier hora. Armaba escándalos. La pegaba y desaparecía”.
Ahondó: “Una vez llegó a advertirle que si lo engañaba, la mataría. Sé que eso ella le contó a su madre y ambas vivían atemorizadas”.
“Ella cobraba poco en la verdulería. El sueldo le daba a su madre. Y él varias veces le sacó de prepo (sic) plata. La usaba en vino y pastillas. Ella, siempre se callaba y aguantaba”, sintetizó. l
“No era que lo amaba; era miedo. Ella temía que cuando no estuviese en su casa, él llegaría y le haría algo a la madre”.
La amiga (Marisa) vive a cinco metros de la casa de la víctima.
“Me harté de verlo golpearla. Venía a la casa y hacía lo que quería. Es que no había hombres. Eran dos mujeres solas y un niño”.
Público
La testigo dejó en claro que a Páez poco parecía importarle el que dirán.
“Llegaba a cualquier hora. Armaba escándalos. La pegaba y desaparecía”.
Ahondó: “Una vez llegó a advertirle que si lo engañaba, la mataría. Sé que eso ella le contó a su madre y ambas vivían atemorizadas”.
“Ella cobraba poco en la verdulería. El sueldo le daba a su madre. Y él varias veces le sacó de prepo (sic) plata. La usaba en vino y pastillas. Ella, siempre se callaba y aguantaba”, sintetizó. l