Un estudiante encontró el cadáver del pequeño Alejo en un camino oscuro

Aún no puede olvidar lo vivido. Franco tiene 17 años. Anteanoche descubrió el cuerpo sin vida de Alejo. Y corrió a revelarlo una familia, que a su vez alertó a la policía.
El adolescente vive a 400 metros de la casa de los Díaz, la familia de Micaela, del barrio Boca.
Ayer fue a la escuela en busca de tranquilidad. Y atormentado por la imagen de Alejo, ya muerto.
Hasta la madrugada anduvo con la policía, procurando recrear cada detalle del triste hallazgo.
Junto a él, casi 200 personas cortaban la ruta, ascendían a automóviles, o bien en motocicletas: el objetivo era uno solo. Dar con el auto rojo en que Micaela dijo se llevaron a su bebé.
Desenlace
Cuando Franco descubrió al bebé muerto, estalló la ira.
Hubo gente que apuntó directamente contra Micaela.
Ésta recibió la noticia del hallazgo, justo cuando se aprestaba a formular la denuncia en la comisaría.
Estalló en llanto, pero más por culpa, que por pesar.
Desde entonces, la comunidad quedó paralizada. El estupor es colectivo.
En medio de la desazón, ayer algunos familiares de Micaela prefirieron el silencio.
Ninguno accedió a los medios periodísticos y anoche despedían los restos de Alejo, en total silencio.