ÍDOLO

Chela: "Ahora que no compito, puedo soñar con ser papá"

Tras anunciar su retiro del tenis profesional, el Flaco habla de su nueva vida junto a su mujer, Verónica Alonso.

Una lesión en su pie derecho fue el punto de partida. Ocurrió en febrero del año pasado, durante un torneo en Acapulco. Y si bien Juan Ignacio Chela (33) hizo lo imposible para recuperarse, con los meses entendió que el 2012 finalmente sería el último de sus quince años de carrera. Fiel a su estilo, el Flaco dio a conocer la noticia a través de su cuenta de Twitter. "Después de muchos años, llegó el momento de pasar a otra etapa de mi vida. Me retiro del tenis profesional", escribió el pasado 3 de diciembre. Hoy, casi un mes después, recuerda ese día como ningún otro. "Hacía rato que la idea estaba en mi cabeza, pero hacerla realidad fue cuestión de un instante, ese momento clave en que apretás ‘enter’ para mandar el mensaje y sabés que ya no hay vuelta atrás. Fue un segundo de miedo y, al mismo tiempo, liberación. Porque te juro que después del anuncio nunca me sentí tan libre en mi vida", explica mientras su mujer, la abogada Verónica Alonso (31), acaricia a Moria, una gata siamesa, la mascota de la pareja.

Unos días después de compartir su decisión, Juan Ignacio y Véronica dejaron su departamento de Palermo para escaparse por unos días a su casa de campo en Los Cardales, Buenos Aires. Desde allí, el jugador que llegó a conquistar el puesto 13 entre los mejores tenistas del mundo comienza a planear su futuro fuera de la cancha.

"Todavía no cerré nada. Mi objetivo es seguir ligado al tenis, porque me gusta, porque me dediqué a esto toda mi vida y porque es lo que sé hacer."

-¿Cómo son tus días ahora?

Juan Ignacio: Muy tranquilos, disfrutando más que nunca de la vida. Es la primera vez en quince años que no estoy haciendo absolutamente nada. Con decirte que ya subí como ocho kilos. Sigo siendo flaco, pero ahora estoy más robusto [Risas]. Ahora trato de estar más en contacto con mi círculo social: voy a comer asados con mis amigos y me acuesto tarde. Es muy loco esto de no tener horarios. De repente, puedo quedarme hasta las tres de la mañana viendo una película. Tal vez parece una tontería, pero cuando te preparás para un deporte de alto rendimiento, estos permisos casi no existen. La disciplina, el descanso y un duro entrenamiento son la clave para llegar bien preparado a un torneo.

Verónica: Todavía estamos como de vacaciones, pero ya nos vamos a ir adaptando. En ese sentido, Juan siempre fue de ir para adelante. Es súper optimista, siempre encuentra el lado positivo de todo. Así que sé que vamos a estar bien. Por otro lado, nosotros somos muy amigos, realmente nos divertimos mucho. Hace once años que estamos juntos y nunca nos dejamos vencer por la rutina.

-¿Qué es lo que más se extraña del tenis?

Juan: La competencia, los torneos y, sobre todo, la adrenalina. La energía que sentís en una cancha no la sentís en ningún otro lado, y creo que eso me va a hacer falta. El tenis ocupó tanto tiempo mi vida que va a ser raro quedarme todo el año acá. Ojo, también es bueno porque volvés a pasar las fiestas con tu familia. Me ha pasado que los años nuevos los festejé arriba de un avión, a veces solo, a veces con mi entrenador o con Vero, jugando a las cartas a la una de la mañana. Era un sacrificio que venía con mi profesión y nunca me lo cuestioné, pero qué sé yo… Es lindo volver a estar presente en estas cuestiones.

-¿Tienen ganas de ser padres?

Verónica: Los dos somos muy familieros, así que desde hacía tiempo pensábamos en tener un hijo, pero la realidad es que ser padres mientras Juan jugaba al tenis se hacía muy difícil. El tenista, a diferencia del futbolista, que suele radicarse en el país donde juega, viaja todo el tiempo. Por eso, decidimos esperar al retiro. A mí me gusta compartir todo con Juan, y criar un hijo era algo que queríamos hacer entre los dos.

Juan: Vero es una mujer muy humilde, sensible y, sobre todo, muy compañera. No es fácil estar al lado de un tenista, y en ese sentido, ella siempre me apoyó en todas las decisiones, incluida la de esperar para tener hijos. Es un diez. Ahora que ya no compito, puedo pensar en ser papá. Me encantaría tener dos o tres chicos [Risas]. Quiero dedicarme a full a eso, la paternidad también es un trabajo.

-¿Y cómo se imaginan como padres?

Verónica: A Juan lo veo mejor como padre que a mí como madre [Ríe]. Yo soy redistraída, seguro que voy a perder a mi hijo alguna vez.

Juan: Nooo, vas a ser una genia. Eso sí, ya me imagino que lo vas a malcriar un poco.

-¿Y qué les gustaría tener primero, un varón o una nena?

Juan: Me encantaría una beba… Además, siempre tienen ese idilio con el padre, así que seguro me va a llenar de abrazos. Como Vero seguro no me va a dar más bola, por lo menos que mi hija me mime un poco.

Fuente | hola.com.ar
Ir a la nota original

MÁS NOTICIAS