Violencia de género: Expropiarian la casa del odontólogo Ricardo Barreda
La semana que viene podrían expropiar la casa de Ricardo Barreda, el odontólogo de La Plata que mató a sus dos hijas, a su esposa y a su suegra hace casi 20 años.
En el mismo día del aniversario del cuádruple crimen, el 15 de noviembre, la Cámara de Senadores bonaerenses podría convertir en ley esta confiscación, adonde se planea instalar una institución contra la violencia de género.
La casa, ubicada en 48 entre 11 y 12, está deshabitada por lo que la ONG "María Pueblo" impulsó la iniciativa.
A fines de 1992, Barreda asesinó a Gladys McDonald de 57 años, a Elena Arreche de 86 y a Cecilia y Adriana de 26 y 24 años respectivamente.
Según contó el condenado, esa mañana se despertó y le dijo a su mujer que iba a limpiar las telarañas del techo. Ella le habría respondido, despectivamente: "Andá a limpiar, que los trabajos de conchita son los que mejor hacés". Esas palabras despertaron su furia.
En 1995 fue condenado a perpetua. A principios de 2008 le concedieron el beneficio del arresto domiciliario por su buena conducta y por ser mayor de 70 años, revocada luego por violarla con la excusa de tener que ir a una farmacia.
El 11 de febrero de 2011 el beneficio de prisión domiciliaria le fue devuelto y tras volver a romperlo regresó a la cárcel, pero un mes después se le otorgó la libertad condicional. Ahora vive en el barrio porteño de Belgrano junto a su pareja.
La casa, ubicada en 48 entre 11 y 12, está deshabitada por lo que la ONG "María Pueblo" impulsó la iniciativa.
A fines de 1992, Barreda asesinó a Gladys McDonald de 57 años, a Elena Arreche de 86 y a Cecilia y Adriana de 26 y 24 años respectivamente.
Según contó el condenado, esa mañana se despertó y le dijo a su mujer que iba a limpiar las telarañas del techo. Ella le habría respondido, despectivamente: "Andá a limpiar, que los trabajos de conchita son los que mejor hacés". Esas palabras despertaron su furia.
En 1995 fue condenado a perpetua. A principios de 2008 le concedieron el beneficio del arresto domiciliario por su buena conducta y por ser mayor de 70 años, revocada luego por violarla con la excusa de tener que ir a una farmacia.
El 11 de febrero de 2011 el beneficio de prisión domiciliaria le fue devuelto y tras volver a romperlo regresó a la cárcel, pero un mes después se le otorgó la libertad condicional. Ahora vive en el barrio porteño de Belgrano junto a su pareja.