El aumento de los vuelos hizo cambiar el sistema de control
En 2003 el control de los vuelos comerciales se realizaba en la Argentina por radares secundarios de distinto origen ubicados en Ezeiza, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Paraná. Este sistema resultaba insuficiente, provocando restricciones y demoras en los vuelos, con dificultades crecientes frente al incremento del tránsito aéreo registrado en nuestro país. De esta manera, se decidió trabajar en el mejoramiento de los Servicios de Control de Tránsito Aéreo, de modo que se hicieran respetar las reglas de navegación, proporcionando control unificado de todas las áreas terminales y aerovías del país
Luego, en 2004, quedó establecido el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica), a través de la sanción del Decreto N° 1.407 cuyo objetivo es el control efectivo del espacio aéreo nacional tanto para las actividades civiles, en todas sus manifestaciones, como en las vinculadas a la defensa. Además, el Decreto contenía un segundo objetivo: dar la mayor participación posible a la industria argentina en su implementación.
Es en este marco en que el Gobierno nacional requiere a Invap el desarrollo, construcción e instalación de radares para satisfacer las necesidades del nueva sistema. La empresa responde entonces con el Plan Argentino de Desarrollo de Sensores Radar, cuyo objetivo es nuclear las capacidades del país en la materia a fin de lograr desarrollar y construir “sensores radar” primarios, secundarios y meteorológicos, con tecnología propia y moderna en el plazo más breve posible.
A la fecha se han instalado ocho radares secundarios para el control del tránsito aéreo en los aeropuertos de Quilmes, Santa Rosa, Neuquén, Bariloche, Bahía Blanca, Córdoba, San Luis y Tucumán, mientras que para 2012 se completará la red con un total de 22 radares secundarios.
Luego, en 2004, quedó establecido el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica), a través de la sanción del Decreto N° 1.407 cuyo objetivo es el control efectivo del espacio aéreo nacional tanto para las actividades civiles, en todas sus manifestaciones, como en las vinculadas a la defensa. Además, el Decreto contenía un segundo objetivo: dar la mayor participación posible a la industria argentina en su implementación.
Es en este marco en que el Gobierno nacional requiere a Invap el desarrollo, construcción e instalación de radares para satisfacer las necesidades del nueva sistema. La empresa responde entonces con el Plan Argentino de Desarrollo de Sensores Radar, cuyo objetivo es nuclear las capacidades del país en la materia a fin de lograr desarrollar y construir “sensores radar” primarios, secundarios y meteorológicos, con tecnología propia y moderna en el plazo más breve posible.
A la fecha se han instalado ocho radares secundarios para el control del tránsito aéreo en los aeropuertos de Quilmes, Santa Rosa, Neuquén, Bariloche, Bahía Blanca, Córdoba, San Luis y Tucumán, mientras que para 2012 se completará la red con un total de 22 radares secundarios.