Mons. Bokalic exhortó a los jóvenes a no ser esclavos de las adicciones y ayudar a quienes las sufren Mons. Bokalic exhortó a los jóvenes a no ser esclavos de las adicciones y ayudar a quienes las sufren
Ante una Catedral colmada por estudiantes de la primaria y secundaria, el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic instó a los jóvenes a no esclavizarse con el alcohol y otras sustancias, a pedir ayuda y ayudar al otro que está en esta situación. Lo hizo en la celebración eucarística que ofreció en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, de la que también participaron la gobernadora, Dra. Claudia de Zamora, la secretaria general de la Gobernación, Dra. Matilde O’ Mill, la ministra de Educación, Dra. Mariela Nassif y la titular del Programa Provincial de Drogadependencia y Alcoholismo, Prof. Claudia Tarchini.
La Iglesia, el Estado y ONG’s trabajan este fin de semana en la concientización del consumo de drogas para evitar que más chicos caigan en este flagelo.
Mensaje
Monseñor Bokalic en su homilía destacó: "Me da mucha alegría que estén aquí. ésta es la casa de Jesús y es nuestra casa. Porque Jesús vino para que conociéndolo encontremos el camino que nos lleva a la alegría, a la paz, felicidad. ¿Qué busca nuestro corazón permanentemente? Que seamos felices. Todos hemos nacido para ser felices y Dios quiere que lo seamos".
Luego, el prelado interpeló a que "el gran tema es cómo llegar a eso. No todos los caminos llevan a la felicidad. A veces nos proponen caminos, nos venden buzones, nos pintan el mundo. Y nosotros nos enganchamos en esa y el final de ese camino está el vacío, la tristeza, la soledad y el desamparo".
En un fuerte y emotivo mensaje para los jóvenes, el obispo citó a San Agustín y dijo que "nuestro corazón no estará bien hasta que encontremos a Jesús que es la verdadera paz, la alegría. Jesús es el camino, la verdad y la vida. Ustedes queridos chicos están buscando la vida y Dios los ha creado para esto, para que vivan la vida y la vivan bien. Pero muchas veces nos equivocamos de camino. A veces por culpa nuestra, otras por las circunstancias que nos rodean. Cuántas veces nuestro entorno, los familiares, amigos o compañeros de curso nos hacen perder un poco de este camino. A veces en esos lugarcitos donde ustedes donde hacen sus vidas en las familias, vecindad y aulas encuentran muchas situaciones que los apartan de este camino, que no encuentran esto que busca su corazón".
Esclavitudes
Monseñor Bokalic también exhortó a los chicos a no esclavizarse con las adicciones.
"Nosotros estamos llamados a vivir en la libertad, pero a veces nos dejamos esclavizar por cosas. Jesús nos quiere libre como ustedes pretenden serlo, no nos quiere monigotes, ni marionetas que los manejen otros. Pero a veces elegimos caminos que nos esclavizan, que nos quitan nuestra libertad, las capacidades que tenemos de desarrollarnos y perdemos dignidad, horizonte y esperanza. Jesús ha entregado su vida para liberarnos y a veces caemos en esclavitudes. Las adicciones nos esclavizan, no nos hace ser nosotros mismos. Creemos que detrás de un vaso de cerveza o alguna otra sustancia, está la alegría, la paz, la plenitud. Y cuando termina ese momento estamos planchados, mucho más solos que antes, más angustiados. Creemos que si nos enganchamos en esa vamos a estar mejor, porque a veces queremos evadir compromisos y la dureza de la vida", reflexionó.
En este pasaje de su mensaje, remarcó: "Muchas veces estamos tentados y Jesús no se asusta de esto, de que caigamos en las esclavitudes. Jesús viene a mostrarnos algo mejor, a decirnos ‘vos joven vales mucho, por ti di la vida’".
Realidad
Frente al auditorio juvenil, Bokalic resaltó, una vez más, que "Jesús es quien nos tiende la mano y nos da fuerza para levantarnos, porque no es fácil. A veces no se tiene la contención de la familia y amigos. ¿Cuántas veces se sienten pequeños e impotentes y les asustan las cosas del mañana? Jesús no se cansa de mirarnos, buscarnos y encontrarnos en algún camino para proponernos algo mejor, que nos va a dar alegría, fuerza y una verdadera paz. Eso que nos da la verdadera paz y alegría es el amor, lo que él ha hecho por nosotros. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos y Jesús hizo esto para enseñarnos el camino. Necesitamos abrir los ojos, ser más ‘vivos’, sino los van a llevar puestos".
Por último, instó a los adolescentes a "mirar al otro y decir ‘quiero ayudarte a caminar, a que salgas del pozo’. Los problemas los vamos a tener siempre, pero Jesús está al lado nuestro y la vida comienza a tener otro sentido".